Consejos para hacer el cambio de armario rápido y en orden

El otoño lleva ya algunas semanas con nosotros y con él está llegando esa paulatina bajada de temperaturas que nos obliga a rescatar la manga larga. Las mañanas y las noches están pasando de ser frescas a frías y, aunque esto depende mucho de la zona en la que vivas, tarde o temprano la caída de los termómetros llegará. Y cuando esto se acerca, se viene también ese temido cambio de armario despedirá a la ropa de verano y dejará paso a chaquetas y jerséis.

A no ser que cuentes con un gran vestidor en el que puedas guardar ropa y calzado de todas las temporadas, tendrás que enfrentarte a la tarea de cambiar y reorganizar tus armarios. Pero no te preocupes, en Timber tenemos los mejores consejos para que puedas llevar a cabo esta labor en el menor tiempo posible y manteniendo todo en orden. Así que no lo pospongas y no empieces a entrar ropa de invierno sin sacar la de verano, porque sólo conseguirás un caos que será mucho más complicado de resolver.

1. Vacía tu armario, limpia y clasifica la ropa

Lo primero que hay que hacer cuando nos ponemos delante del armario es comenzar a vaciarlo por completo. Saca todo lo que tengas en los separadores, en la barra y en los cajones. Con todo fuera podrás pasar a limpiar. Durante el año es necesario tratar de mantener limpio el armario, pero la realidad es que la única manera de limpiarlo en profundidad es vaciarlo.

A continuación, vuelve al montón de ropa que has sacado y empieza a clasificar. Separa aquello que necesita ir a lavar, lo que ha dejado de convencerte y lo que quieres guardar de verdad. Lleva esa ropa que ya no te gusta a otro lugar, te diremos más tarde qué es lo que puedes hacer. Para la ropa que quieras guardar, hazte con bolsas, fundas y cajas. No olvides asegurarte de que cuando almacenes todo esté limpio.

2. Trae tus prendas más abrigadas y vuelve a clasificar

Es momento de visitar el trastero y subir chaquetas, jerséis, pantalones más abrigados, calcetines altos, botas y demás. Cuando tengas una vista general de todo vuelve a dar un repaso para ver qué quieres quedarte. Sé honesto y echa a un lado las cosas que no vayas a querer ponerte. De esta forma podrás optimizar el espacio de tu armario y hacer hueco a prendas de temporada que te compres.

¿Recuerdas el montón de ropa de verano que ya no te gustaba? Regresa a él con las prendas de invierno que sabes que no vas a elegir este año. Puedes optar por donarlo todo o colgarlo en plataformas de venta de productos de segunda mano.

3. Ordena en vertical y según la prioridad

Una vez tenemos claro la ropa que va a ocupar nuestro armario los meses más fríos, es hora de meterla dentro. Decide qué va a ir en perchas y qué puede ir doblado en baldas o cajones. Esto dependerá de tu tipo de armario y tus preferencias, pero te recomendamos evitar las pilas. Un error común a la hora de organizar el guardarropa es hacer torres eternas. Unas torres que se caerán cada vez que quieras coger algo.

Si quieres mantener ordenado tu armario, practica el doblado vertical. Este método consiste en plegar la ropa de forma que quede como un paquete y fue popularizado por la gurú del orden Marie Kondo. Cuando hayas creado varios paquetes, colócalos en fila. De esta forma tendrás una vista general de todas las prendas y, al sacar cada una de ellas no provocarás ningún desorden.

Esto es muy útil para cajones y cestas, así que, si en tu armario no consigues aprovechar en espacio de las baldas, hazte con algunas cestas de metal para doblar la ropa “archivada” en vertical. Piensa también cuál va a ser la ropa que más vas a ponerte y dale un lugar prioritario. Incluso puedes dejar un espacio para recopilar outfits completos de la semana para que no pierdas el tiempo cada día en pensar qué ponerte. También puedes ordenar por colores, así te será más fácil localizar cualquier prenda.

Ropa doblada en vertical

4. Qué hacer con los zapatos

Los armarios con zapatero son una buena opción para los que acumulan muchos tipos diferentes de calzado. Si cuentas con uno así, ordénalos dentro de tu armario colocando primero los que más vas a usar y dejando para el final los más especiales. Si tienes que colocar tus zapatos en baldas, mejor de pie y evitando las terribles pilas que podrían terminar arruinando la forma del zapato.

Si no tienes zapatero ni espacio en las baldas de tu armario, no te preocupes. Puedes recuperar cajas de zapatos, llenarlas con tu calzado y colocarlas, por ejemplo, debajo de la cama. Etiquetar cada caja te ayudará a no perder el tiempo abriéndolas todas buscando. Tanto si eliges dejar dentro tus zapatos como si vas a guardaros fuera, limpia siempre bien las suelas después de cada uso, así evitarás que la suciedad llegue a tu ropa o estropee el calzado.

5. Empareja bien tu ropa interior

Ordenar la ropa interior también es un quebradero de cabeza. Los calcetines se separan de sus parejas, la ropa interior más vieja se mezcla con la nueva y es un caos. La solución pasa por hacer otra clasificación que elimine aquello que quieras tirar y colocar el resto. Aquí también puedes utilizar el método del doblado vertical para no desordenar continuamente el cajón. Empareja de nuevo tus calcetines y los conjuntos de lencería para que nada más se extravíe.

Si has seguido todos estos consejos podrás colocarte al frente de un armario colocado de forma óptima. Y si necesitas un armario nuevo que se adapte mejor a tus necesidades de organización, no dejes de leer el resto de artículos de nuestra sección de noticias para saber qué tipo de armario es el mejor para ti.

 

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